Mi ortodoncista me refirió a logopedia: ¿Por qué y qué significa?

Es común pensar que un ortodoncista y un logopeda no tienen mucha relación, pero la realidad es que ambos profesionales pueden trabajar de la mano para mejorar no solo la estética dental, sino también función oral y el habla.

Cuando piensas en un tratamiento ortodóntico, probablemente lo asocias con la alineación de los dientes o la corrección de la mordida. Sin embargo, muchos problemas dentales están directamente relacionados con hábitos orales incorrectos, como la respiración por la boca, la succión del pulgar o incluso la forma en que tragamos o hablamos.

Si tu ortodoncista te ha referido a un logopeda. ¡No te preocupes! A continuación, te explicamos las razones más comunes para un reerimiento al logopeda y cómo puede beneficiarte:

  1. Deglución atípica: Este es uno de los motivos más comunes. En una deglución correcta, la lengua se posiciona contra el paladar al tragar, pero en una deglución atípica, la lengua empuja los dientes hacia adelante, creando una mordida abierta. Esto puede interferir con el trabajo del ortodoncista y afectar el resultado final del tratamiento.
  2. Malos hábitos orales: Hábitos como comerse las uñas, chuparse el dedo, el uso prolongado del chupete o la respiración bucal pueden causar malformaciones en los dientes y afectar el crecimiento facial. El logopeda te ayudará a eliminar estos hábitos y mejorar tu función oral.
  3. Problemas de articulación: Algunos problemas en la pronunciación de ciertos sonidos, como los fonemas /l/, /s/ o /rr/, pueden estar relacionados con una incorrecta postura de la lengua o una mordida mal alineada. La ortodoncia puede corregir la mordida, pero es el logopeda quien trabajará contigo en mejorar tu articulación y la forma en que hablas.
  4. Disfunción temporomandibular: A veces, una incorrecta postura mandibular o problemas en la articulación temporomandibular (ATM) pueden requerir tanto tratamiento ortodóntico como logopédico. El logopeda puede ofrecer ejercicios y técnicas para reducir el dolor y mejorar la movilidad.
  5. Bruxismo: Si tienes el hábito de apretar y rechinar los dientes, esta es otra razón por la que podrías ser derivado a un logopeda. Este hábito, que a menudo ocurre de manera inconsciente, puede dañar los dientes, provocar dolores de cabeza y afectar la articulación temporomandibular. El logopeda puede enseñarte técnicas para relajar la mandíbula y controlar el bruxismo, lo que ayuda a preservar los resultados del tratamiento ortodóntico.

La clave del éxito en muchos casos es la colaboración entre tu ortodoncista y tu logopeda. Mientras que el ortodoncista se encarga de la estructura física de tus dientes y mandíbula, el logopeda te ayuda a modificar los hábitos que podrían interferir en este proceso. Juntos, estos profesionales trabajan para asegurar que no solo tengas una sonrisa perfecta, sino también una función oral óptima.

¡No dudes en seguir las recomendaciones y empezar tu camino hacia mejores y perdurables resultados!

 

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